miércoles, 13 de abril de 2011

Tutorial de Microsoft Word para escritores

Aunque no soy informático he creado un tutorial del procesador de textos con el que trabajo habitualmente: Microsoft Word. Es un tutorial bastante básico, pero aun así creo que puede ayudar a ciertas personas a mejorar la presentación de sus textos literarios. 
Espero que os sea de utilidad.  

TUTORIAL DE MICROSOFT WORD PARA ESCRITORESFrancisco Rodríguez Criado


La maquetación de los textos literarios tiene mucha más importancia de lo que algunos piensan. Ten en cuenta que lo primero que verá el lector (sea un editor, un miembro del jurado de un certamen literario o tan solo uno de tus amigos) es precisamente la forma en que estos escritos están editados. La primera impresión que obtendrá ese lector viene condicionada, sin duda, por la calidad de la maquetación.
Algunos escritores acaban convirtiéndose en auténticos maestros de la autoedición: se encargan no solo de maquetar el material literario sino también de hacer la portada, la contraportada, las solapas, el índice, etcétera. Aquí nos limitaremos a seguir las pautas básicas para maquetar un texto en el procesador de textos. Para ello he elegido el más popular de los procesadores: Microsoft Word, que guarda los archivos en “.doc”.
Una vez iniciado el programa, crea tu propia plantilla en “Archivo/Nuevo…”. Se abrirá un menú contextual a la derecha del que debes seleccionar en “En mi PC”. A continuación se abre el menú de “Plantillas”. Selecciona la viñeta “Plantilla” y haz doble clic en “Documento en blanco”, que por lo general está arriba, a la izquierda. 



Una vez accedas a ese documento en blanco ya estás en disposición de elegir el tipo de fuente, el interlineado, la sangría, etcétera. Todo esto se hace en “Formato/Fuente”. La ventana que se abre es la siguiente:



    Las fuentes más habituales son Times New Roman o Arial, con estilo de fuente normal y tamaño de 12 puntos. De hecho, son las que suelen pedir en las bases de los certámenes literarios. Para tus textos puedes elegir esas fuentes u otras como Garamond, Verdana, Tahoma, etcétera. El listado de fuentes disponibles es interminable: elige la que se ajuste a tus necesidades. (Si te sirve el ejemplo, suelo escribir mis textos de creación en Times New Roman 12, mientras que para las clases del taller me decanto por Garamond 12 o Garamond 13. Observa la diferencia entre algunos tipos de fuente:

Fuente Times New Roman 12 puntos
Fuente Arial 12 puntos
Fuente Arial Black 12 puntos
Fuente Garamond 13 puntos
Fuente Verdana 11 puntos
Fuente Trebuchet MS 12 puntos
Fuente Broadway 13 puntos

Te recomiendo que utilices fuentes sencillas y prácticas, poco llamativas. Lo que tiene que destacar es el texto en sí, no la fuente empleada.
El siguiente paso es seleccionar la alineación, el nivel de esquema, la sangría y el espaciado, opciones que se configuran en “Formato/Párrafo”. La imagen a continuación reproduce cuáles son las configuraciones más habituales. El interlineado lo he dejado a 1,5 líneas,  pero si vas a presentar un “manuscrito” a un editor sería buena idea subirlo a “Doble”. Gastarás más papel pero el texto quedará mejor presentado, con márgenes amplios que le vendrán bien el editor para hacer anotaciones (o en su defecto a las personas contratadas por este para llevar a cabo la tarea de preseleccionar los manuscritos). 



 Como puedes comprobar, estos folios que estás leyendo están “justificados”, exceptuando el título (incluida mi firma), para el que he elegido la alineación centrada.
Para añadir el número de páginas, ve a Insertar/Números de página. Dale a Aceptar para que las páginas salgan enumeradas en la parte inferior, a la derecha. Si vas incluir una portada (aunque sea sin ilustración) a tu texto, desactiva la casilla “Número en la primera página”.


En Archivo/Configurar Página podemos elegir la presentación de la página. Yo suelo trabajar con la que viene por defecto, aunque de cara a una edición comercial el editor se encargará de elegir otro tipo de márgenes.


 Estas son, como decía antes, las configuraciones básicas. En mi opinión: suficiente.
Solo te queda guardar el documento en blanco en “Archivo/Guardar Como”. Elige el nombre del archivo (en este caso me he decantado por “Mis textos”, pero como puedes ver en la parte superior de la imagen tengo creadas varias plantillas más, con nombres muy diversos) y luego –ojo porque esto es muy importante– “Guardar como Tipo: Plantilla de documento”. De esta manera, cuando vuelvas a iniciar el procesador de textos solo tienes que seleccionar la plantilla “Mis textos” (o como la hayas nombrado) para empezar a escribir sobre los parámetros que acabamos de configurar.


En caso de que quieras cambiar los parámetros de archivos de Word que ya tienes escritos con tus relatos, poemas, cartas, etcétera, solo tienes que ir a “Edición/Seleccionar todo” y luego llevar a cabo los cambios (tal como hemos visto aquí).
Ánimo y suerte. Las cosas bien hechas, bien parecen.

F.R.C.


Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente direción: info@narrativabreve.com).

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