martes, 13 de septiembre de 2011

La buena escritura en Internet según Google


Foto: Delgado. Imagen libre en
http://imagenesfaleroni.blogspot.com/


Como escritora y doctora en la comunicación, Candela Vizcaíno está interesada en el lenguaje empleado en Internet. Este post,"¿Qué es escribir bien en Internet?", publicado el 12 de septiembre de 2011 en su blog, está redactado al hilo del interés de Google (que yo desconocía y que, a falta de más datos, aplaudo) por primar el buen uso de la lengua. Merece la pena leerlo. 



¿Qué es escribir bien en Internet?

Mis sufridos lectores me van a perdonar el desbarre de hoy, pero es que hay días que los colegas y amigos nos “ponen a tiro” los asuntos sobre los que tratar. Y ha pasado que en este fin de semana, por una de esas coincidencias extrañas de las estrellas, se han abierto dos debates muy interesantes. Por un lado, uno de los administradores  (el magnífico periodista de investigación Walter Raymond, a quien espero que no le importe que ponga aquí su nombre) de Mecenas XXI (revista cultural online bastante recomendable) preguntaba en el Facebook (que es donde se pregunta hoy) que si escribir “bien” para Google era “escribir bien”. Mis lectores, como son inteligentes, tendrán en cuenta el juego de comillas. Por el otro, en el foro de Suite101.net (publicación digital también bastante recomendable), una de las redactoras jefes, Veronique de Miguel, (espero no importunarla tampoco por nombrarla aquí) sacaba a la luz las últimas noticias sobre el posicionamiento de Google. Resulta que hay medios de todo tipo que se hacen eco de la importancia de la ortografía en el nuevo posicionamiento Web tras la implementación del algoritmo Panda, el cual está dando algún que otro disgusto a más de uno.  Pero, vayamos por partes que hay muchos datos un poco en desorden.

Escribir correctamente en Internet

Escribir lo que se dice escribir hay que hacerlo bien, es decir, lo mejor que se pueda siempre. Por supuesto sin faltas de ortografía, gramaticales o de sintaxis. Podremos hacer la vista gorda con algunas erratas de tipeo que se nos escapan hasta a los mejores redactores (se habla incluso del gran Lázaro Carreter), pero otra cosa es “consentir” que alguien que ni tiene don, ni pericia, ni formación se ponga a desbarrar (en algún que otro caso) sobre los temas más peregrinos simplemente hilando una palabra clave tras otra (asunto para otro post, ya que no son tan importantes como puede parecer en un principio). Se supone que quien tira muchas horas en esta tarea de la escritura tiene una cierta vocación y, por tanto, deseos de mejorar constantemente. Otra cosa no tiene ningún sentido. Personalmente, me parece estupendo que Google relegue estas páginas al puesto 1000 o más allá.

Al hilo de esto, y al día de hoy, confieso que yo no pongo mi nombre al lado de un bodrio mal escrito ni loca. Y a lo mejor el que estáis leyendo entra en esta categoría. Y explico las razones. Cuando se escribía mayoritariamente para la prensa escrita (hace apenas unos cuantos años), aunque se hiciera para el diario de mayor tirada sobre el planeta, aquello que quedaba escrito no duraba más de un par de días. El lector-comprador acababa tirando la publicación, más tarde o más temprano, a la papelera. Y con ese gesto también se iban nuestras palabras. Si estaban regular, podíamos respirar con cierto alivio, porque lo más seguro es que al día siguiente ese lector no se fuera a acordar de nuestro nombre. Pero con Internet la cosa cambia, ya que desde los inicios de la escritura (y al contrario de lo que se pensaba hace una década) lo que está en la red (a no ser que tú lo controles como este blog) aquí se queda durante mucho tiempo. Y los posibles lectores interesados acceden una y otra vez a tu texto, además de una forma fácil, sencilla y rápida. Con esto digo que la escritura online “parece” (lo entrecomillo porque aún es pronto para afirmarlo) que es el medio de comunicación que más perdura y, por supuesto, lo más accesible.

Que Google, con la implementación de Panda, quiera primar (no sabemos muy bien cómo lo va a hacer) los textos de mayor calidad no puede nada más que merecer nuestro aplauso. Si con esto se acaba con plagios, “corta y pega”, chorradas, abusos de palabras claves y textos montados hasta con tres manos distintas, bienvenida sea la  novedad.

¿Monopolio de Google en las búsquedas?

Al hilo de esto, todos los que andamos por la red, más de un día y dos, hemos puesto de manifiesto el potencial “peligro” de Google. Una empresa privada que “maneja” prácticamente todo lo que se escribe en Internet “decidiendo” que es lo que “debe leerse” y lo que no. Y no es que se censure a la manera clásica (cosa, por otro lado, totalmente contraproducente), sino que, al ser la favorita de los internautas, de alguna manera u otra, monopoliza la información a través de un mejor posicionamiento.

El debate se ha reactivado con Panda porque Google da las claves para la “mejora” de nuestros textos. Si se hace conforme a sus dictados, nos “premia” con un posicionamiento inmejorable. Si, por el contrario, vamos por libre, puede que no nos lea ni nuestra abuela.

Dicho esto, sin ánimo de defender a Google (que los céntimos que caen con Adsense no dan para tanto), me gustaría que todos fuéramos conscientes de las reglas del juego. En primer lugar, es el buscador favorito de los internautas. Somos libres de elegir otro. Nadie nos pone un cuchillo en el cuello. En segundo lugar, también podemos escribir “para nosotros mismos”. Muchos de nosotros lo hemos hecho y no hemos puesto el grito en el cielo por ello. Que nos pone en el puesto un millón, pues nos quedamos tan tranquilos.  En tercer lugar, las reglas son tan sencillas y tan de sentido común que, honestamente, no veo problema en aceptarlas. No se mete en temática (a no ser en pecados gravísimos perseguidos por ley), ni en estilo (ni siquiera con las palabrotas), ni en cantidad, ni en nada que se parezca a censura. Por último y termino (que está siendo muy largo y Google no me lo va a posicionar), este movimiento, el de Panda, va a beneficiar (por lo menos eso quiero creer) a los que nos dedicamos profesionalmente a la escritura. Si es capaz de discriminar entre lo bien escrito (como si fuéramos Larra o Delibes) y las tonterías, comenzaremos un largo camino hacia la dignificación de la palabra, un reto que, al día de hoy, hay que afrontar.

Termino con una petición. Si crees que este post (o cualquiera del blog) está “bien escrito”, por favor, no te olvides, de realizar el correspondiente Feedback (Twitter, Facebook o, lo mejor,Google+1). La casilla comentarios, como siempre, está abierta al debate. Buen inicio de semana a todos.
© Candela Vizcaíno




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